14 dic 2009

CRONICAS DE UN ENCUENTRO OXIDADO (2)





El viento pegaba bastante fuerte y habia comenzado a garuar en el anden, lamentablemente no tenia paraguas y la campera de jean no lo abriga mucho que digamos. Lo que lo dejaba tranquilo era saber que en sus oídos sonaban Los Estelares y también lo consolaba entender que en el camino dejó todas las posibilidades, se movió como pez recién salido del agua y que la hipoteca de su corazón estaba por caducar.

Subió al tren y encontró un asiento vacío del lado del pasillo, el viaje hasta Cañuelas fue incomodo y no lo ayudaba en el intento de no pensarla. Un vendedor ambulante le entretuvo la cabeza un rato, pensó tal vez que la historia que llevaba a cuestas aquel vendedor tenia mas rounds que la de él, que seguramente nunca se le había ocurrido bajar los brazos y que su spitch
de venta gastado esconde el orgullo de ganarse la vida sobre los trenes.

De a poco se iba llenando el vagón, en ese momento agradeció haber subido en la estación donde empiesa el recorrido. Justo cuando estaba a veinte minutos de bajar, le llegó un mensaje de ella, lo miró y guardó el teléfono como ese mismo día había guardado las ganas de quedarse sin ese encuentro.

Bajó, la vio sentadita en un banco tipo de plaza, abrigadita y encendida con el pelo suelto (como a él le gustaba). Se acercó, los tentó el abrazo y los correspondió el beso.
Pasaron una tarde cuasi feliz, una tarde con enfermedad crónica de hipocresía, una tarde que si los dos van a recordar, es solo porque fue la ultima.

Fueron un antes y ahora son un después, fueron primavera y hoy no llegaron a ser verano. El amor los pinto en su aucensia y les demostró (a nosotros también?) que muchas veces se conoce en su tristeza..

Él ahora escribe en un blog, vive en Ramos Mejia, ya tiene 22 años, estudia abogacía en la Universidad de La Matanza, se encuentra laboralmente inactivo pero siempre a la espectativa, tiene varios soldados como bandidos/amigos que le sostienen muchas veces el corazón, sueña con encontrar la canción perfecta y no tiene pensado por nada del mundo dejar de sonreír ni un día en el año.

Ella.. Quien sabe que sera de la historia de ella.

7 comentarios:

Alcohólico con nombre dijo...

Uh capitán, como no sentirse identificado con el relato? lo peor de todo creo que es no saber como está ella... en fin, abrazo grande. Por acá, escuchando embustera, jejejej

Jen! dijo...

Tenés una luna gigante!!!!

Besoooooteeeeeeeeeeeee

Anónimo dijo...

a veces no todo es lo que parece...

César Aire dijo...

Escribís en sintonía de canción más que de cuento o relato. No sé si eso te va a resultar un elogio o una patada en el hígado pero es mi opinión (y favorable eh, para aclarar). Un saludo y acordate que los recuerdos se hacen de mujeres perdidas...

Paolo Maquerni dijo...

Y como no sentirme asi...

Obvio que me identifico, creo que sin esa mujer a la cual recordar toda la vida (por ahi con el tiempo cambia), nada tendria sentido. Yo me imagino casado y con hijos, pero sin poder olvidar el sabor de los besos del primer amor no correspondido por ella.

Vivo en Ciudadela asi que estamos cerca, y oh! casualidad, el año que viene arranco en la UNLAM.

Matias Balangero dijo...

Que buenas imágenes con las que acompañaste el texto... la verdad que nunca subí a un tren, pero parece que todos escuchamos las mismas canciones... (y nunca jamás quiere decir tal vez)...

Ya que sos seguidor de estelares, ¿no sabrás de alguna pagina donde se puedan bajar los discos de los peregrinos? (por las dudas no conozcas, es una de las dos bandas anteriores de moretti). En el único que lo encontré fue en taringa pero tiene el link caído, y en las disquerias no se consigue.
Bue.. si sabes algo me avisas!

ChauCha

PD: vos queres venir a cordoba y yo me quiero ir jaja

Flora - Ex Pupi dijo...

Una historia como tantas no?
La mujer de tu vida aparece sin que la busques, si estamos a la expectativa aparecen otras que son como nubes, no nos permiten ver bien el sol, que es LA persona.
Me gustó lo de la sonrisa todos los días,
y la primera foto es igual a una de las primeras escenas de la película "Eterno resplandor de una mente sin recuerdos". IGUAL. Beijos.
Pupi